Los juguetes de madera son bonitos y una excelente forma de volver a los juegos tradicionales. Además, contribuyen al pensamiento creativo sano que, de esta forma, en un futuro ayude a esos niños (¡y por qué no! también a los adultos), a desenvolverse en un mundo cada vez más cambiante.
Pero, además, resultan muy beneficiosos para el desarrollo de los niños. ¿Por qué?
- Estimula los sentidos. La madera, sobre todo si no está tratada, proporciona diferentes sensaciones a través de sus irregularidades, registrando en el cerebro estímulos sensoriales del tipo áspero, suavidad, rugosidad…Todas estas sensaciones se van interiorizando a través del tacto mientras el peque está jugando.
- Peso y presencia. Los juguetes de madera no tienen la ligereza de los juguetes de plástico. Son juguetes con mayor presencia. Los niños tienen que sujetarlos con conciencia y firmeza, estimulando, a su vez, la motricidad de las manos.
- Favorecen la imaginación. Normalmente, los juguetes de madera son menos estructurados y dejan volar la imaginación. No hay una sola forma de jugar como es el caso de los juguetes de plástico (excepto en los lego y duplo), sino que el niño/a puede inventar sus propias formas, reglas, estructuras…y es él/ella quién decide cómo se juega.
- Acompañan al niño durante distintas etapas de su desarrollo. Son juguetes que se pueden usar durante más tiempo y no se limitan a una edad concreta, ya que no suelen ser materiales que se vean más o menos infantiles, por lo que antes os decíamos, son menos estructurados.
- Su procedencia: la naturaleza. Como sabemos la madera es un material natural que proviene de la propia naturaleza y que conecta con nosotros/as a través del tacto. También es una forma de explicarles el proceso de cómo se elabora el juguete, así como de objetos cotidianos (muebles, utensilios de cocina, e incluso un árbol de Navidad como el que hemos hecho ?…). Mucho más complicado es el proceso de explicar en el caso de los juguetes de plástico.
- Son más duraderos. Más que romperse son juguetes que envejecen y que se modifican con el uso, y a pesar de ello, se hacen más bonitos. Además si se rompen suelen tener fácil arreglo, al contrario que en los juguetes de plástico que suelen romperse con mucha facilidad y pocas veces tienen solución.
¿Esto significa que no podemos usar juguetes de plástico? ¡Claro que se pueden usar! pero los recomendamos para este tipo de ocasiones:
-La playa, la piscina, viajes….
-Para la hora del baño.
-Y para cuando se juega en sitios al aire libre.
¿Qué opináis vosotros/as sobre los juguetes de madera? ¿Conserváis alguno de vuestros padres/madres o de hermanos/as?
Maribel Moreno Psicóloga InfantoJuvenil y Asesora de Crianza